viernes, 28 de noviembre de 2014

Los Secretos del Lavado de Dinero Online
El lavado de dinero es un cibercrimen en auge. Se acabaron los días en los que los delincuentes iban al casino con la esperanza de convertir su botín en ganancias limpias procedentes de la ruleta.
En lugar de eso, los criminales modernos se están centrando en Internet. Y las oportunidades para convertir dinero negro en dinero limpio abundan.
El esquema es como sigue: el dinero negro, conseguido mediante fraudes, estafas de tarjetas de crédito, etc., se cambia a otra divisa y se reenvía a una cuenta previamente establecida. Posteriormente, el dinero se lava a través de cajeros automáticos, tarjetas prepago, etc.
Investigar este tipo de operaciones es intrínsecamente complicado, porque ni los criminales ni sus bancoscomparten información para ayudar en la lucha contra el crimen.
En lugar de eso, los investigadores deben tender una red algo mayor. La principal fuente de información son los foros de hackers online, donde los criminales anónimos intercambias consejos sobre las mejores fórmulas para lavar dinero, y son sorprendentemente sinceros cuando comparten sus métodos.
En cierta forma, muchos de las fórmulas empleadas no son tan sorprendentes. Hasta hace poco, era muy normal usar un servicio de moneda digital costarricense llamado Liberty Reserve, que convertía dólares o euros en una moneda digital denominada dólares Liberty Reserve o Euros Liberty Reserve, que después podían ser enviados y recibidos de forma anónima – uno de los pocos servicios que lo permitía. El receptor podía luego convertir la moneda Liberty Reserve  otra vez en dinero contante y sonante pagando una pequeña tarifa.
En mayo de este año, sin embargo, las autoridades estadounidenses cerraron el servicio y acusaron a su fundador y otros implicados de lavado de dinero.
Sin embargo, es poco probable que el cierre de Liberty Reserve vaya a termina con estas prácticas, ya que existen muchas otras alternativas, como por ejemplo WebMoney, Bitcoins, Paymer, PerfectMoney, etcétera.

Otra fórmula cada vez más común de lavar dinero es el juego online

Otra manera cada vez más frecuente de lavar dinero es recurrir al juego online. El número de juegos online en los que es posible convertir dinero real en dinero, bienes o servicios virtuales no deja de crecer y, tras lograrlo, es posible volver a convertirlo de nuevo en dinero real. Algunos juegos populares para este tipo de estafa son Second Life y World of Warcraft.
Luego tenemos el uso de las mulas. La mayoría de la gente estará familiarizada con el spam en el que un supuesto alto cargo de un país en vías de desarrollo pide ayuda para transferir importantes cantidades de dinero a cambio de un suculento pago. No obstante, primero necesita nuestros datos bancarios, que utiliza para vaciar la cuenta y desaparecer.
Sin embargo, cada vez más criminales transfieren realmente grandes cantidades de dinero en cuentas de particulares y les piden que lo reenvíen. Si los fondos proceden del robo, la persona que ejecuta el reenvío es también imputable.
Otra estafa consiste en ofrecer a la gente un trabajo en el que pueden conseguir un pago sustancial trabajando desde casa. No obstante, el “trabajo” conlleva aceptar transferencias de dinero en sus cuentas  y reenviar esos fondos a otra cuenta establecida por el empleador. En otras palabras, ¡lavado de dinero!
Estos son solo algunos de los puntos más destacados, pero es importante que la gente sea consciente de este tipo de estafas para no acabar siendo víctima de una de ellas. Debemos estar informados y atentos a los métodos de estos criminales para que no consigan implicarnos en sus redes de lavado de dinero.
La parte negativa de que esta información se haga pública es la posibilidad de que otros criminales copien los métodos. Y es difícil determinar si vale la pena correr el riesgo.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Un fraude de 150 millones deriva en 91 causas con 200 empresas implicadas

El grupo vigués Las Cinco Jotas emitió facturas falsas a 50 adjudicatarias públicas

El Grupo Puentes admitió 2,5 millones de pagos ficticios

La denuncia en 2009 de una empleada del Grupo Las Cinco Jotas, fabricante de casas de madera con sede en Vigo, que descubrió que habían utilizado su nombre para abrir varias cuentas en una sucursal del BBVA, fue el origen del mayor fraude fiscal descubierto en Galicia —ronda los 150 millones de euros— y uno de los más importantes de España por el número de empresas implicadas, más de 200. Al menos 50 de las compañías salpicadas son conocidas adjudicatarias de obra pública, entre ellas Sercoysa Proyectos y Obras, Puentes y Calzadas y Movexvial. Simulando ser clientes del grupo, las empresas pagaban las facturas a través de los bancos, desgravaban el IVA y reducían el impuesto de sociedades; luego el importe les era devuelto en dinero negro.
El administrador de Las Cinco Jotas, José Manuel Costas, aportó al juzgado un listado en el que la factura más pequeña es de 2.500 euros y la mayor supera los 200.000. Hacienda halló centenares emitidas a una sola empresa por importe de 10,2 millones: Darzal, Consultoría y Prevención, SL, que coordina la seguridad y salud de obras públicas, cuyo juicio no se ha celebrado todavía aunque su gerente está imputado. La firma pelea para desviar el asunto a Madrid aunque la Audiencia de Vigo lo ha desestimado.
La siguiente por la cuantía del importe en las supuestas facturas falsas es la constructora Sercoysa Proyectos y Obras, con tres millones, también pendiente de juicio. Le siguen dos firmas del Grupo Puentes —Puentes y Calzadas Infraestructuras, SL y Construcciones Exisa, SA—, con 2,5 millones, y Movexvial, con 2,2 millones. Los gerentes de estas últimas empresas ya reconocieron los hechos y fueron condenados de cuatro a seis meses por delito fiscal y falsificación y al pago de una multa superior al millón de euros. Las sentencias fijan “la prohibición de contratar durante 15 días con Administraciones públicas”. Todavía en instrucción se encuentran otras empresas que encabezan el ránking como Talleres Ganomagoga, una firma viguesa de montajes, o el Grupo Caamaño, con dos millones por trabajos ficticios.
Costas hizo el 24 de noviembre de 2011 su primera declaración ante la juez, el fiscal, el abogado del Estado y letrados de las empresas implicadas. Sus explosivas denuncias se recogieron en 74 folios después de seis horas explicando la mecánica de la trama y denunciando una por una a las mercantiles para las que había hecho las falsificaciones en cadena. Aunque fue citado a posteriores comparecencias, el empresario volvió a declarar con nuevos datos en noviembre del pasado año.
La motivación de Costas para actuar así —unas promesas incumplidas de trabajo por parte de las empresas— pusieron a los investigadores en actitud reticente. El abogado del Estado, en su interrogatorio inicial, le dijo al denunciante: “Yo admito que usted al principio, con algunas empresas, embistiera al trapo, ya que le iban a dar choio, pero claro, si usted luego veía que ni oro ni moro (…), ¿cómo siguió con esta mecánica si no sacó nada económicamente, si se está metiendo en un follón de mil pares de estrados?”.
Costas puso en marcha un ventilador que, según él, “se fue desinflando” con el paso del tiempo, después de haber comparecido en 33 juicios de las 91 causas abiertas por cada uno de los delitos de fraude fiscal denunciados por Hacienda, mientras más de una docena de sus denuncias han prescrito. El empresario arrepentido y uno de sus hermanos han sido condenados en cada juicio por delito continuado de falsedad documental aunque no cumplirán más de dos años. Queda por ver la cuantía del delito fiscal.
Costas cree que “la justicia no ha llegado al fondo, porque la implicación de los bancos y las gestorías se ha pasado por alto, y las empresas, que han sido las beneficiarias de todo esto, han pagado una multa, han admitido las facturas con una condena de mínimos y punto”. “Tampoco han llegado al fondo de la financiación ilegal de los partidos a pesar de que entregué en el juzgado un listado de 14 empresas que me reconocieron que una parte del dinero era para pagar comisiones por adjudicaciones de obra pública”, comenta Costas. “Y en esto estaban todos, el PP, el PSOE y el BNG. Incluso di el nombre de tres grupos importantes que me pedían que no les entregara el dinero en billetes pequeños, sino de 500 euros”